Bono dotación: de la obligación legal al reconocimiento laboral
Cada año, en Colombia, las empresas enfrentan el mismo desafío: cumplir con la entrega de dotación laboral a sus colaboradores. La ley es clara. Todo trabajador que devengue hasta dos salarios mínimos y haya laborado al menos tres meses continuos debe recibir, en especie, un par de zapatos y un vestido de labor apropiado para su actividad. Las fechas están definidas: 30 de abril, 31 de agosto y 20 de diciembre. Pero lo que antes era una tarea operativa, repetitiva y cargada de logística, ha comenzado a transformarse en una oportunidad estratégica gracias a la evolución del bono de dotación.
Durante años, las áreas de talento humano se vieron obligadas a coordinar entregas físicas, lidiar con proveedores, gestionar tallas y enfrentar los reclamos de quienes no se sentían representados por la ropa entregada. Sin embargo, con la llegada de soluciones digitales como Dotación Edenred, el bono de dotación ha dado un giro. Ahora, en lugar de entregar prendas específicas, las empresas asignan un beneficio flexible que los colaboradores pueden usar en miles de comercios autorizados. Este bono, entregado en formato físico o digital, cumple con la normatividad y al mismo tiempo empodera al trabajador para elegir lo que realmente necesita.
Lo que comenzó como una solución para reducir cargas operativas se convirtió en un beneficio de dotación con impacto real en el bienestar laboral. Los colaboradores valoran la autonomía, la posibilidad de acceder a promociones exclusivas y la experiencia personalizada. La dotación dejó de ser una obligación para convertirse en un gesto de reconocimiento. Las empresas, por su parte, ganan trazabilidad, control y eficiencia. Desde plataformas como la de Edenred, pueden asignar saldos, monitorear transacciones y generar reportes que facilitan auditorías y demuestran cumplimiento.
Este cambio ha traído consigo mejoras en el clima organizacional, reducción del ausentismo y fortalecimiento del vínculo entre empresa y colaborador. El bono de dotación ya no es solo una entrega de ropa: es una herramienta de motivación, ahorro personal y productividad. Y cuando se convierte en un verdadero beneficio de dotación, el impacto se siente en cada rincón de la organización. Transformar la dotación en una estrategia de bienestar es posible. Las empresas que lo han hecho no solo cumplen con la ley, sino que se posicionan como empleadores responsables, innovadores y comprometidos con el desarrollo de su gente. Además, el bono dotacion se ha consolidado como un elemento clave en este proceso.